viernes, 23 de octubre de 2009

Historia Verídica!


Era un día como cualquier otro. Se cortó la luz y pintó la locura. Estaba descomunalmente desesperado. Salí a la luz y parecía que se venia el mundo abajo. Tenía que ocupar mi tiempo, sino desperdiciarlo como siempre. Entonces me calcé la maya y salí corriendo atravesando la tormenta. Rayos, la lluvia que pegaba de costado. Todo un desquiciado. De acá para allá por el pasillo y la gente dentro de los autos admirando lo frágil de la locura. Un abuelo gritaba “qué mierda haces!!?”. -Recuperando un poco el indio de adentro!. Fue aliviador, sacar mierda y absorber un poco de fuerza natural. Totalmente recargado me sequé y volví a la rutina normal, sin luz, prendiendo un par de velas y preparando el mate para luego ir a trabajar.
Estoy en el trabajo, pero no trabajo, escribo.